¡Fui informante de la DEA y ahora quieren matarme!

Admin Reply 10:24
En 2009, encontrándome aún detenida en una prisión federal de los Estados Unidos por conspiración, cargo que te imponen cuando no te pueden probar un delito cometido, recibí la visita de un amigo mío, Cesar García alias El Pollo.

El cual conocí cuando ambos trabajamos para Osiel Cárdenas en Matamoros, él muy amable y en tono casi suplicante me dijo que ahora trabajaba como "informante" de la DEA y que le estaba yendo muy bien, que ganaba bastante dinero y que el riesgo "era controlado", casi enseguida me propuso que trabajara para él, lo que me sorprendió en inicio, pues no entendía como sería eso.

Enseguida me explicó, me relato que estaba formando una "red de informantes" en los EU, con gente amiga de él, y que todos en conjunto trabajaríamos para la DEA. 

No me interesó, pues además estaba a punto de obtener mi libertad, pero finalmente me convencio cuando mencionó algunos otros amigos míos que ya estaban enrolados, como Miguel Ángel Barajas, un ex policía judicial de Tamaulipas, así como Margarito Pena Lucero, Dionisio Flores, Jorge Guerra y algunos otros que dijo ya formalmente trabajaban para la DEA, lo que terminó convenciéndome, y fue así como una vez en libertad, lo recuerdo bien, fue diciembre 21 del mismo 2009 cuando me llevó a conocer en Mcallen Texas a Artemio Cantú, de ascendencia mexicana y con muchos años en la DEA, él me terminó de enrolar y empezé a trabajar para la DEA.

Cesar García el Pollo vivía en San Antonio, y constantemente viajaba a Mcallen Texas, nos reuniamos en el restaurante "Olive Garden", sobre el Express Way 83, y allí nos ponía en conocimiento de lo que la agencia deseaba, que se centraba en el trasiego de drogas y las figuras en ese momento preponderantes; hice entonces algunas llamadas y con algunos no tuve problema en reiniciarme en el "tráfico de drogas", ahora con permiso, pues el Pollo había sido claro en advertirme que "podía hacer cualquier cosa", siempre que la DEA lo supiera, y de eso ellos obtuvieran un beneficio. Admito que no me sentí cómoda, había pasado de ser una miembro destacada del Cártel del Golfo a una "chivato" o "dedo", pero Cesar siempre sabía cómo tranquilizarme, con historias de sus éxitos como informante, con anécdotas de "dinero" y de una relación privilegiada con la DEA, y luego ya más recientemente con la PGR en México, donde incluso mencionaba a la propia Marisela Morales, procuradora general, o al entonces sub-procurador Cuitlahuac Salinas.

No paso mucho tiempo antes de que terminara ganándome la confianza de Cesar García y de Artemio Cantú de la DEA, ellos estaban complacidos con la información, sin embargo desesperaban, pues los tiempos no coincidían y querían aprovechar la relación con el gobierno de Felipe Calderón en México, y terminamos mintiendo y acusando con verdades a medias, el Pollo me instruyó y falseamos muchos testimonios, en muchos expedientes rendí testimonios a modo, como me los pedían, en algunos tuve nombre de "testigo protegido" distinto y en muchos otros no volví a ser llamada, la DEA me pagó 250 mil dólares y la promesa de regularizar mi visa de inmigrante, para radicar de manera legal en Estados Unidos.

Pero además, no puedo dejar de confesar que durante el tiempo en que ayudé a Cesar García, hubo discrepancias, producto del trabajo que hacíamos, y eso lamentablemente terminó en "ejecuciones", él ordenó matar a algunas personas que "nos estorbaban" y que estorbaban a la DEA. En Matamoros Cesar mandó ejecutar al "Simio" y al "Rene", dos amigos que nos quedaron mal en un asunto de "cocaina" que Cesar arregló con gente de Guatemala, eso luego generaría dos muertes más, una de ellas en suelo norteamericano, Cesar perdió la cabeza y con ello vinieron más problemas y "mas ajustes de cuentas",e n uno de estos episodios estuve a punto de convertirme yo misma, fue un día de noviembre de 2012 que tuve un fuerte altercado con Cesar García el Pollo, me reclamaba que había sido yo la responsable de una filtración que le costó a la DEA "perdida de credibilidad", y como si aún estuvieramos en Mexico y el fuese un capo mayor, me amordazó, me amarró, me vendo los ojos y estuve así por tres días en la habitación del motel La Quinta Inn, en San Antonio, esporádicamente escuchaba que hablaba con agentes de la DEA, en otras mantenía contacto con gente que me parecían capos del narcotráfico en la frontera de Tamaulipas, en Nuevo Laredo, de donde es originario, hablaba de embarques de droga con desfachatez y arreglaba la recepción de altas sumas de dinero, por ratos se dirigía a mí y me amedrentaba, "te vamos a matar cabrona", me decía en un tono que no le conocía, pues él siempre había sido un "gato" de criminales y no podía yo entender de dónde sacaba esos "huevos", tal vez de la confianza de tenerme amarrada, en ese momento me pasó de todo por mi cabeza, supe entonces había sido utilizada y este buscaba como limpiar el rastro.

En México "nada salió bien", repetía una y otra vez,"así que te vas a morir puta", me golpeó algunas dos ocasiones con la mano abierta, pero lo que más me dolió fue ser traicionada, pues lo ayudé a encumbrarse, era un "don nadie", sin grandes contactos, y yo le allané el camino, le di a ganar dinero y ahora me pagaba así. Más preocupante aún era el hecho de enterarme que la DEA sabía de mi "levantón" y parecía estar conforme, como si ellos fueran parte, pero dios es muy grande y no quiso que muriera allí y ese mismo día, en una fiesta en una habitación cercana a donde el Pollo me tenía, se generó en un pleito de borrachos, eso orilló la presencia de la policía local, Cesar se sustrajo por temor a ser descubierto y como pude logre desatarme, corrí a un teléfono público y llamé a un buen amigo que había conocido en prisión y que ya en libertad vivía en San Antonio, me ayudo a salir de la ciudad y estuve 21 días en una casa de Mission Texas, esperando un envío de dinero que un "compa" de Miguel Alemán me enviaría para cruzar a Mexico. Llegué a México y fue casi 1 mes después que otro "amigo" me localizó por teléfono para que le hablara a Cesar que le urgía decirme algo, evidentemente mi amigo no sabía lo que había pasado, me comuniqué a un celular con prefijo (210) de San Antonio Texas, el numero 633-2144, la voz de Cesar era inconfundible, me amenazó y me dijo, si no regresas TE VAMOS A MATAR PERRA... Y NI SE TE OCURRA HABLAR DE MÁS, EN MÉXICO... Le contesté que yo también sabía mucho, le dije: conozco a tu compadre ALFONSO OLVERA, el JEFE DE LA POLICIA DE NUEVO LAREDO, a tus hermanos que hacen negocio con una linea de transportes, sé como conducen la droga a EU, sé quien es tu esposa MONICA FALCIOLA, acuérdate que sé dónde vives en SAN ANTONIO, conozco a tu amante de Matamoros, hermana del narcotraficante OSCAR MALHERBE, sé todo de ti PUÑETAS... Ahora qué, la DEA y yo estamos al mismo nivel...TODOS SOMOS NARCOTRAFICANTES.

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